FOTO: «No podemos seguir con este nivel de violencia», subrayó Sergio Berni.‹›

El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, afirmó este lunes a la noche que le advirtieron que podía ser víctima de una «emboscada», cuando fue a la protesta de colectiveros que se desarrollaba en cercanías de La Matanza, donde fue agredido, y dijo que había «gente que venía a provocar», pero aclaró que no es «alcahuete» y, entonces, confió en que «haya fiscales que tengan lo que tienen que tener e investiguen».

Berni reiteró que tiene «dolor en el alma» por el crimen del colectivero Daniel Barrientos, asesinado en la madrugada de este lunes en Virrey del Pino (La Matanza), pero consideró que «fue fusilado, brutalmente ejecutado», y que «los testigos dicen que no fue un robo«.

«Lo de hoy es muy llamativo; nadie roba con dos vehículos de apoyo, con armamento que no es habitual, que tiene munición carísima. No es un simple robo. Estas situaciones pasan cuando la víctima se defiende, pero acá no hubo plata, no hubo nada. Se llevaron solamente una cartera y, desde el estribo, ejecutaron a un trabajador», describió Berni en declaraciones a C5N.

Al mismo tiempo, advirtió que «mejor no me llame» el ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Burzaco.

En cuanto a su intervención, contó que, cuando llegó al lugar de la protesta, en General Paz y Juan Manuel de Rosas, le dijeron “esto es una emboscada, ándate”.

“Cuando vi las caras, me di cuenta de que había gente que venía a provocar. Cuando hice 100 metros, sabía que esto iba a terminar así”, afirmó.

«Mientras los enfrento, busco la pared para buscar un flanco protegido, pero no me impedía la voluntad de seguir ahí», continuó, al relatar los momentos en que fue agredido y sufrió traumatismos y lesiones, que demandaron que le hicieran curaciones en el hospital policial Churruca.

«Después, íbamos a reunirnos, estábamos en pleno proceso, estábamos viendo dónde nos íbamos a reunir. Durante 20 minutos, pudimos tranquilizar la situación. Cuando estaba todo listo, aparece la Infantería y les pido, por favor, que no avancen. Salgo de la pared», añadió.

“Llegó la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y prácticamente me lleva detenido”, continuó, al tiempo que aseguró que él les explicó que quería quedarse.

«En ese ambiente, se funde todo: los realmente dolidos, los activistas políticos, la interna de la UTA (el gremio de los choferes) que es terrible, los violentos y cobardes; todos juntos en manada», describió.

Por c2510961